El extraño brazo de la ley.
Muchas veces cuando uno sufre alguna especie de daño por parte de un tercero desea un resarcimiento monetario, dado que el daño ya esta hecho y eso no puede cambiarse.
Eso era lo que esperaban Godfrey y Sandra Stanley, de Mistley, en Essex, Inglaterra, ya que en octubre del 2001 se les había caído, durante una tormenta, la pared del jardín de sus vecinos, pared que tenia ya unos 150 años.
Pero las cosas no resultaron ser tan alegres. La pareja exigía unas 24,500 libras, unos 39,800 dólares, pero resulto que todo se dio vuelta y ellos fueron los que tuvieron que desembolsar un pago después de 10 años de ardua lucha legal.
Los Stanley reclamaban que Roy y Shirley Rowlinsons habían realizado trabajos en la pared que habían minado su estructura, lo que causo que se viniera abajo durante la tormenta, pero la corte rechazo el reclamo el pasado enero, indicando que no se había probado que los vecinos hayan desestabilizado la pared, mas allá de que aceptara que el trabajo realizado por estos había sido hecho antes de que la condición se deteriorara. Y ya que estaban se les obligo a los Stanley a que pagaran los gastos del juicio.
Pero esto no quedo así, no señor. La desdichada pareja, a modo de desafío a lo determinado por el juez, llevaron el caso a la Corte Civil de Apelaciones de Londres.
El abogado de los Stanley argumento que la pared había sobrevivido muchas tormentas antes de octubre del 2001 y que el trabajo de los Rowlinsons era el culpable del desastre, pero el abogado de estos últimos declaro que la estructura era vieja y ya se tambaleaba antes que fuera azotada por los vientos de 40 millas por hora que le pegaron durante la tormenta.
Y al parecer esto último fue lo que acepto la corte, dado que después de dos horas desecho la apelación y los Stanley fueron obligados a pagar los costos legales que terminaron siendo de 243,800 dólares, o sea, toda una ganga.
Y así termina la odisea de 10 años donde además de que una pared les colapse, la desdichada pareja tuvo que desembolsar más dinero del que ellos mismos pretendían recibir.
Eso era lo que esperaban Godfrey y Sandra Stanley, de Mistley, en Essex, Inglaterra, ya que en octubre del 2001 se les había caído, durante una tormenta, la pared del jardín de sus vecinos, pared que tenia ya unos 150 años.
Pero las cosas no resultaron ser tan alegres. La pareja exigía unas 24,500 libras, unos 39,800 dólares, pero resulto que todo se dio vuelta y ellos fueron los que tuvieron que desembolsar un pago después de 10 años de ardua lucha legal.
Los Stanley reclamaban que Roy y Shirley Rowlinsons habían realizado trabajos en la pared que habían minado su estructura, lo que causo que se viniera abajo durante la tormenta, pero la corte rechazo el reclamo el pasado enero, indicando que no se había probado que los vecinos hayan desestabilizado la pared, mas allá de que aceptara que el trabajo realizado por estos había sido hecho antes de que la condición se deteriorara. Y ya que estaban se les obligo a los Stanley a que pagaran los gastos del juicio.
Pero esto no quedo así, no señor. La desdichada pareja, a modo de desafío a lo determinado por el juez, llevaron el caso a la Corte Civil de Apelaciones de Londres.
El abogado de los Stanley argumento que la pared había sobrevivido muchas tormentas antes de octubre del 2001 y que el trabajo de los Rowlinsons era el culpable del desastre, pero el abogado de estos últimos declaro que la estructura era vieja y ya se tambaleaba antes que fuera azotada por los vientos de 40 millas por hora que le pegaron durante la tormenta.
Y al parecer esto último fue lo que acepto la corte, dado que después de dos horas desecho la apelación y los Stanley fueron obligados a pagar los costos legales que terminaron siendo de 243,800 dólares, o sea, toda una ganga.
Y así termina la odisea de 10 años donde además de que una pared les colapse, la desdichada pareja tuvo que desembolsar más dinero del que ellos mismos pretendían recibir.
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