//FECHA DEL SUCESO: 08/SEPTIEMBRE/2011//
What?
La falta de tiempo, la vida estresante, el
agotamiento, o cualquier otra excusa que se le quiera poner, al parecer
ha hecho que los hombres de Tokio no puedan satisfacer las demandas
básicas de una mujer, y es por eso que estas salen a buscar la pasión y
el amor en los brazos, dedos y lenguas de otras féminas dispuestas a
compartir un momento intimo.
Esto parece estar creciendo en la capital nipona, así al menos lo revela el relato de una meido de un love hotel.
Esto parece estar creciendo en la capital nipona, así al menos lo revela el relato de una meido de un love hotel.
He estado en este trabajo por quince años. Alrededor de cinco años note que mas mujeres comenzaban a venir juntas. El numero subió cuando nuestra administración instituyo el “ladies day”, ofreciendo un descuento del 30 por ciento, día que se da dos veces al mes. En esos días, desde el medio día el lugar esta lleno a máxima capacidad con pares de amas de casa y estudiantes universitarias.
Cuando limpio los recipientes de basura, siempre encuentro signos reveladores. Cosas como papel higiénico con fluido claro con olor dulce y amargo. Algunos tienen bello púbico pegado. Y de vez en cuando me sorprendo cuando dejan un vibrador.
En estos días, con los hombres cayendo en desgracia, supongo que se pueden esperar que mas mujeres deseen complacerse unas a otras. Y a diferencia del sexo con hombres, el cual termina cuando ellos acaban, las mujeres pueden seguir disfrutando de ellas de forma indeterminada.
Reveladoras palabras de una meido que explica la actual situación de
los love hotel y de, al parecer, parte de la sociedad nipona.
Pero no es todo. También tenemos el hecho de que en Japón, para conservar la energía eléctrica en el verano, los empleados salen una hora antes del trabajo, y es así como descubrimos otro relato, esta vez de una mujer de 26 años de edad, que trabaja en un club lesbico de Ikebukuro.
Pero no es todo. También tenemos el hecho de que en Japón, para conservar la energía eléctrica en el verano, los empleados salen una hora antes del trabajo, y es así como descubrimos otro relato, esta vez de una mujer de 26 años de edad, que trabaja en un club lesbico de Ikebukuro.
Porque las Office Ladies pueden dejar sus oficinas una hora antes de lo usual, estoy teniendo más llamadas de ellas. Me dicen que sus compañeros varones rara vez las invitan a salir a tomar una copa, en parte por la mala economía y el estado de ánimo del autocontrol desde el terremoto del 11 de marzo. Pero de todos modos, estas chicas están comenzando a extrañar tener algo de acción y han comenzado a buscar en la Web o a preguntar por ahí. Una vez que lo intentan con una mujer, muchas de ellas se enganchan.
Otro relato que dibuja un decadente panorama para la vida sexual masculina es el que da una mujer de 22 años de edad en Shibuya.
Los hombres no se ponen las pilas. No te toman de la mano y cuando invitan a una chica a su casa no suele suceder nada. Y cuando los vagos toman coraje e invitan a una chica a hacerlo, le hacen pedidos colgados que han sacado de ver pilas de videos porno, como eyacular en la cara de una o trabajarla con un vibrador.
Estas mujeres están tan decepcionadas que no es difícil que se vuelvan hacia otras mujeres.
Lamentable situación de los hombres nipones, si esto es cierto. Pero
al parecer, al menos, la economía de los love hotel en Tokio tiene un
alivio entre las mujeres que buscan darse un momento de alegría, dada la
falta, por la razón que fuera, de algún macho que las pueda atender.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
GrAzIaS pOr Tu KoMeNtArIo ((: